¿Qué es una tarjeta de crédito respaldada y una sin garantía?
Antes de profundizar en el proceso de migración, es importante entender la diferencia entre ambos tipos de tarjetas.
- Tarjeta de crédito respaldada: Requiere un depósito como garantía para obtener una línea de crédito. Está diseñada para quienes tienen poco o ningún historial crediticio.
- Tarjeta de crédito sin garantía: No requiere un depósito de respaldo y se otorga en función del historial crediticio y la capacidad de pago del usuario.
Pasos para migrar a una tarjeta sin garantía
Mantén un buen historial de pagos
Uno de los factores más importantes para calificar a una tarjeta sin garantía es demostrar que puedes manejar el crédito de manera responsable. Para ello:
- Realiza tus pagos a tiempo cada mes.
- Evita pagos atrasados o incumplimientos.
- Intenta pagar el saldo completo para evitar intereses elevados.
Usa tu tarjeta con responsabilidad
No se trata solo de pagar a tiempo, sino también de mantener una buena relación entre el crédito utilizado y el límite disponible. Para mejorar tu perfil financiero:
- Mantén tu utilización del crédito por debajo del 30%.
- Evita solicitar demasiadas tarjetas en un corto período de tiempo.
- No realices retiros en efectivo con la tarjeta de crédito.
Construye tu puntaje de crédito
Los bancos revisan el puntaje crediticio antes de aprobar una tarjeta sin garantía. Para mejorar tu puntaje:
- Usa la tarjeta con regularidad para compras esenciales.
- Evita acumulación de deudas.
- No canceles cuentas antiguas, ya que el tiempo de uso del crédito influye en tu puntaje.
Consulta con tu banco la posibilidad de migrar
Si has manejado bien tu tarjeta respaldada por un periodo de al menos 6 a 12 meses, algunos bancos permiten la conversión automática a una tarjeta sin garantía. Para ello:
- Contacta a tu banco y pregunta sobre las opciones de migración.
- Pregunta si te devolverán el depósito de garantía al realizar la transición.
- Infórmate sobre los requisitos para calificar a una nueva tarjeta.
Solicita una tarjeta sin garantía si es necesario
Si tu banco no ofrece la opción de conversión directa, puedes solicitar una nueva tarjeta sin garantía en otra entidad financiera. Para ello:
- Asegúrate de que tu puntaje de crédito sea suficientemente alto.
- Compara tasas de interés, límites de crédito y beneficios antes de aplicar.
- Presenta la documentación necesaria para respaldar tu capacidad de pago.
Cierra la tarjeta respaldada (opcional)
Si ya obtuviste una tarjeta sin garantía y no deseas mantener la respaldada, puedes cancelarla. Antes de hacerlo:
- Asegúrate de que el banco te devuelva el depósito de garantía.
- Revisa que no tengas deudas pendientes en la tarjeta respaldada.
- Considera mantener la tarjeta abierta si tiene una buena antigüedad crediticia, ya que esto mejora tu historial financiero.
Beneficios de migrar a una tarjeta sin garantía
Una vez que logres obtener una tarjeta sin garantía, podrás disfrutar de beneficios como:
- Mayor límite de crédito sin necesidad de realizar un depósito.
- Acceso a mejores tasas de interés en comparación con las tarjetas respaldadas.
- Recompensas y beneficios adicionales, como cashback, acumulación de puntos y descuentos exclusivos.
- Mayor flexibilidad financiera sin la restricción del depósito de garantía.
Consejos para mantener un buen historial crediticio
Aquí tienes 10 consejos clave para mantener un buen historial crediticio y fortalecer tu perfil financiero:
- Paga tus deudas a tiempo: El pago puntual de tus tarjetas de crédito, préstamos y otros compromisos financieros es fundamental. Los retrasos afectan tu puntaje crediticio y pueden generar intereses adicionales.
- Evita el sobreendeudamiento: No utiliza más del 30% de tu límite de crédito. Un alto nivel de deuda en comparación con tu capacidad de pago puede reducir tu calificación crediticia.
- No solicita demasiado crédito en poco tiempo: Cada vez que solicitas una nueva tarjeta o préstamo, las entidades revisan tu historial. Muchas consultas en poco tiempo pueden dar la impresión de que depende demasiado del crédito.
- Revisa tu informe de crédito periódicamente: Verifica tu historial en centrales de riesgo para asegurarte de que la información es correcta y detectar posibles fraudes o errores.
- Mantén abiertas tus cuentas más antiguas: La antigüedad de tus cuentas mejora tu historial. Si ya no usas una tarjeta de crédito, evalúa mantenerla activa con un uso mínimo en lugar de cerrarla.
- Usa el crédito de manera responsable: Evita hacer compras innecesarias con tu tarjeta de crédito y planifica bien tus pagos para no acumular intereses.
- Diversifica tus tipos de crédito: Tener una combinación de créditos (como tarjetas, préstamos personales o hipotecarios) y manejarlos bien mejora tu perfil crediticio.
- Negocia con tu banco si tienes dificultades: Si no puedes pagar una deuda a tiempo, contacta a tu entidad financiera para renegociar plazos antes de que afecte tu historial.
- Evita los pagos mínimos siempre que sea posible: Pagar solo el mínimo en tu tarjeta de crédito puede generar intereses altos y prolongar la deuda por mucho más tiempo.
- Construye historial si no tienes crédito: Si no tienes historial crediticio, puedes empezar con una tarjeta de crédito respaldada o un préstamo pequeño para generar buenos antecedentes financieros.
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