Según el destino o la finalidad que le damos al préstamo, se suelen clasificar en varios tipos:
Préstamos personales: son de menor cantidad y resultan ideales para financiar viajes, remodelaciones, matrimonios, etc.
Préstamos de estudios: prestamos dirigidos para financiar todo tipo de estudios, universitarios, maestrías, etc.
Préstamos hipotecarios (ideales para la compra de un inmueble, de mediano a largo plazo).
Préstamos para empresas: financiación para negocios que buscan invertir en activos, producción, fines de expansión, etc.
Préstamos vehiculares : como su nombe lo indica, son para la compra de vehículos de primera o segunda venta. Los encuentras de corto a mediano plazo.
Si bien los préstamos son muy útiles, en tiempos pasados solicitar uno podía ser muy tedioso por la cantidad de documentos que te pedían y por las largas colas que debías hacer. Afortunadamente ya no tiene que ser así porque en el BBVA puedes pedir uno desde la comodidad de tu casa y presentar tu DNI como único requisito.